Graciela Olmos, La Bandida

Existen una gran cantidad de canciones y corridos de la época de la revolución mexicana, la mayoría de estas canciones quedaron en el anonimato ya que con el pasar del tiempo los autores poco a poco fueron siendo olvidados. En aquél tiempo escribir una canción o corrido no era como en la actualidad donde la música es un gran negocio, en épocas de la revolución se escribía una canción por el sólo gusto de hacerlo sin recibir nada a cambio, los corridos eran totalmente diferente a lo que conocemos en la actualidad,  se escribían sólo con la intención de dar noticias de algún suceso, se puede decir que los corridos de aquella época eran escritos con fines más periodísticos, era común que los corridos fuesen demasiado largos a causa de que solían escribir los sucesos con mucho detalles, muchas veces cuando se llegaba a grabar un corrido dividían la canción en dos partes a causa de la duración del tema.


Una de las autoras de corridos contemporánea a la época de la revolución fue Graciela Olmos apodada como la Bandida, fue compositora de unos de los corridos más famosos de la revolución mexicana dedicado al caballo de Francisco Villa "Siete Leguas",  también compuso el corrido de Durango, La enramada y El Corrido de Torreón.

Graciela Olmos al parecer nació en Chihuahua en el municipio de Casa Grandes en el año de 1895, a los trece años de edad Graciela Olmos quedó huérfana tras un ataque de la banda de Francisco Villa cuándo éste aún se dedicaba al bandidaje, Graciela paradójicamente se le uniría a sus tropas revolucionarías tiempo después, además le haría honor en sus corridos y se casaría con uno de los asesinos de sus propios padres. 

Fue en 1907 cuando Francisco Villa junto con sus secuaces decidieron asaltar la hacienda en donde trabajaban sus padres al igual que ella, la hacienda estaba resguardada por muchos pistoleros pero no fueron los suficientes para proteger la hacienda, Pancho Villa junto con su banda mataron a todos los pistoleros, al dueño de la hacienda junto con toda su familia y a los padres de Graciela Olmos. 

Graciela Olmos y su hermano de nombre Benjamín lograron sobrevivir al ataque de los bandidos y huyeron a la ciudad de México, Graciela terminó viviendo en un convento de Monjas hasta los 18 años de edad cuando se casó con José Hernández, mismo quien había participado en el ataque de la hacienda donde vivía y donde sus padres habían sido asesinado junto con casi toda las personas que allí habitaban. En el años de 1914 Villa y Zapata se reunieron en la ciudad de México junto con todo su ejercito y así fue cuando José Hernández y Graciela Olmos se conocieron y casaron, al casarse con José Hernández y seguirlo a las tropas revolucionarías fue apodada como la bandida ya que su esposo era conocido como el bandido. Fue al siguiente año cuando Graciela quedó viuda cuando su esposo perdió la vida en la sangrientas batallas de Celaya donde también daba fin al famoso ejército villista mejor conocido como la División del Norte.

Tras la muerte de su esposo decidió regresar a la ciudad de México en donde se involucró en los negocios ilícitos como al tráfico de Joyas, en 1922 se regresa al estado de Chihuahua y en 1923 después del asesinato de Francisco Villa Graciela cruzó la frontera y se estableció en Texas, era la época de la prohibición del alcohol en los Estados Unidos y la bandida aprovechó para dedicarse al tráfico de wisky, se dice que conoció a famoso Al Capome a quien le interpretó varias canciones mexicanas en alguna de sus fiestas privadas.


Graciela huyendo de las autoridades Estadounidenses se regresa a México con un Maletín lleno de dinero que lo usó para abrir su propio burdel de alto prestigio donde era común que recurrieran personas del ambiente político y artístico.  Después de llevar una vida aventurera murió a lo 67 años de edad en en 1962, aunque su nombre y su imagen se encuentran casi olvidado en la historia sus composiciones quedaron para posteridad en México. 


Siete Leguas el caballo que villa más estimaba
Cuando ya silba los trenes se paraba y relinchaba
Siete leguas el caballo que villa más estimaba.
En la estación de Irapuato Cantaban los Horizontes 
Allí combatió formal la brigada Bracamontes 
En la estación de Irapuato Cantaban los Horizontes.




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